FUERZAS ARMADAS DEL ECUADOR CREAN DIRECCIÓN DE SEGURIDAD, SALUD Y AMBIENTE
A partir del presente año 2010 las Fuerzas Armadas del Ecuador, responsables siempre por la seguridad y salud de sus cuadros deciden crear la Dirección de Sistema integrado de seguridad, incluyendo también a la protección ambiental, con esto las FF.AA deciden pornerse a tono con la política de protección al trabajador que rige en el Ecuador, y otras que son de exigencia tanto nacional como internacional, la Dirección integrará la Gestión de riesgos y desastres naturales, los riesgos en el trabajo, la seguridad en las operaciones militares y la gestión de proteccion del medio ambiente, el modelo que se implementará sera el llamado "MODELO ECUADOR", dispuesto por la Comunidad Andina de Naciones, de acuerdo al documento andino 584 y resolución 954, este modelo engloba las normas ISO 9000, 14000, y 18000 y comprende una Gestión Administrativa, Gestión Técnica, Gestion del Talento Humano y los Procesos Operativos.
Aspiramos que este proyecto continúe fortaleciéndose pues tendrá gran relevancia, transcendencia e impacto hacia la población y la sociedad en general, Mencionado Sistema integrado servirá como ejemplo y motivación para empresas, instituciones publicas y privadas, para que alcancen también el cumplimiento de las exigencias de seguridad, salud y ambiente en el Ecuador.
EXPLOSIONES DE POLVORINES MILITARES EN ECUADOR
Durante los últimos quince años hemos sido testigos de varias explosiones de polvorines militares en el Ecuador. Exactamente el 9 de julio de 1997 a las 09:30 de la mañana en las instalaciones del Batallón Chimborazo en la población de Sangolquí a 10 Km. al sureste de Quito, mientras se realizaban trabajos de ordenamiento de un polvorín se produjo una explosión que se sintió 60 kilómetros a la redonda, produciendo tres muertos y al menos 190 heridos, la potencia de la explosión alcanzó una magnitud de 4 grados en la escala de Richter, destruyendo casi por completo las instalaciones militares de la Balbina y varias casas civiles, algunos hospitales de Quito se declararon en emergencia para atender a los heridos, en su mayoría quemados y mutilados.
En el año 2002 en el mes de noviembre, en la Ciudad de Riobamba, mientras personal de la Fábrica de Municiones Santa Bárbara se encontraba en la BRIGADA BLINDADA No. 11 “GALÁPAGOS” realizando actividades de repotenciación de munición calibre mayor, se produce una explosión de graves consecuencias, la tragedia dio como resultado 6 civiles y 4 militares muertos, centenares de heridos y daños en más de 15.000 casas de la ciudad que quedaron en ruinas.
El 24 de Marzo del 2003 en las instalaciones de la BASE NAVAL SUR de la ciudad de Guayaquil al menos 23 personas resultaron heridas y 15 casas afectadas por la explosión de un polvorín de la Armada Nacional cuya onda expansiva afectó a un área habitada en un radio de 500 metros.
Y por último el jueves 8 de diciembre de este año a la 11:30 de la mañana, se registraron dos explosiones en el Grupo de Intervención y Rescate (GIR), ubicado en la parte posterior de la Escuela Superior de Policía General Alberto Enriquez Gallo, en Pusuquí, al norte de la capital, aunque no dejó víctimas que lamentar, si dejó un saldo de 22 personas heridas con quemaduras, una fábrica textil y 12 manzanas de casas afectadas, las pérdidas económicas son aún incuantificables, la explosión inicio por la inobservancia de normas y procedimientos de seguridad
Si está interesado en conocer de forma detallada cuales serían los procedimientos de de seguridad en el manejo de polvorines, usted puede encontrar un curso completo sobre este tema en el siguiente enlace:
http://www.losplanesdeemergencia.com/p/descarga-de-planes.html
LA
SEGURIDAD Y SALUD OCUPACIONAL EN FUERZAS ARMADAS
NO EXISTE ACTIVIDAD
HUMANA O SISTEMA DISEÑADO POR EL HOMBRE QUE ESTÉ LIBRE DE RIESGOS Y ERRORES, LA
ELIMINACIÓN DE ESTOS ES IMPOSIBLE, LAS FALLAS SEGUIRÁN OCURRIENDO, A PESAR DE
LOS MÁS LOGRADOS ESFUERZOS DE PREVENCIÓN, SIN EMBARGO, MIENTRAS SE ASEGURE UN
CONTROL PERMANENTE, ESTOS OCURRIRAN EN MENOR GRADO.
La indiferencia por
la seguridad y salud de los trabajadores ha sido una característica de las
sociedades antiguas y modernas, hasta tiempos relativamente recientes.
Fue solamente a
comienzos de la década de los 40, con el inicio de la segunda guerra mundial,
cuando se comprendió la real importancia de la seguridad y salud en el trabajo,
poniéndose en evidencia la relevancia que adquiriría el estado de salud de la
población laboral, para poder cumplir adecuadamente con la demanda de armas,
municiones, equipos y pertrechos que el
poder militar requería para la guerra. Se inició entonces un período de rápido
desarrollo en esta disciplina, con un acelerado progreso en sus respectivas
áreas, proceso que continua sin interrupciones hasta nuestros días.
La Seguridad y
Salud en el Trabajo de acuerdo a análisis presentados por la OIT, estima que
cada día cerca de 1 millón de trabajadores en el mundo, son víctimas de
accidentes laborales y más de 5.500 mueren a causa de accidentes o enfermedades
profesionales.
Para Fuerzas Armadas y cualquier otra industria o empresa,
hablar de seguridad y salud en el trabajo, es hablar de la gestión de
prevención de riesgos laborales, esto conlleva a una gestión de riesgos
físicos, mecánicos, químicos, biológicos, psicosociales, y ergonómicos, pero,
considerando que nuestras actividades labores aparte de ser administrativas y
en algunos casos industriales, también son de operaciones militares,
terrestres, navales y aéreas, singular característica que no tiene ninguna otra
industria o empresa del país. Es por esta razón que cuando nos referimos a prevención,
no solo nos referimos a precautelar la integridad física, psicológica, y
emocional de nuestro personal, sino también a otros aspectos que son
potencialmente peligrosos, considerando el atenuante que usamos armas,
municiones, materiales, herramientas y equipos, que sin los procedimientos
establecidos de seguridad, podrían llegar a afectar a la población civil ajena
a nuestro trabajo, causando daño a la sociedad y un deterioro de la imagen
institucional.
El Art. 326 numeral 5, de la constitución de la República
del Ecuador establece y garantiza, que toda persona tiene derecho a desarrollar
sus labores en un ambiente adecuado y propicio, que preserve su salud,
integridad, seguridad, higiene y bienestar. Este sería el paraguas que cubre y
ampara a los ciudadanos ecuatorianos para desarrollar sus actividades de
trabajo con seguridad, y siendo los miembros de Fuerzas Armadas un capital
humano valioso y de una institución de trascendental importancia para el país,
no estaríamos ajenos a esta norma.
Es decir, que también será preciso velar
por la seguridad y salud de los
trabajadores militares, con las respectivas particularidades inherentes a
determinadas actividades específicas. Considerándose como regla general la
aplicación de esta normativa a todos los
miembros, sean civiles o militares, excluyendo únicamente aquellas actividades militares
cuyas peculiaridades lo impidan.
Normalmente
podría entenderse, que debido a las misiones que las Fuerzas cumplen, sería de muy
difícil aplicación y que la seguridad en este caso resultaría incompatible con estas.
Más bien ocurre lo contrario, ya que tradicionalmente nos hemos venido dotando
de normas propias de seguridad en el trabajo, que no han sido reconocidas como tales, pero que existen
como procedimientos de seguridad muy meticulosos, específicos y de obligatorio
cumplimiento, que se imparten antes del cumplimiento de cada actividad militar
para salvaguardar la integridad personal, de quienes las realizan.
Por lo cual resulta imperante, al amparo
del artículo constitucional antes citado y de otras leyes nacionales referentes
a la seguridad, y salud en el trabajo, o también llamada prevención de riesgos
laborales, desarrollar los lineamientos necesarios para la implementación de un
eficaz sistema preventivo de riesgos del trabajo, que cuente con principios,
deberes, obligaciones y derechos, los mismos que deben enfocarse en las medidas
que integran el deber general de la prevención como: Evitar los riesgos,
evaluar aquellos que no se puedan evitar, reducirlos y combatirlos en su origen,
así como adaptar el puesto de trabajo a la persona e incorporar nuevas
tecnologías para su control.
En este aspecto se vuelve obligatorio para
Fuerzas Armadas la adopción de las medidas necesarias para la eliminación de
los riesgos o la disminución de los mismos, el establecimiento de canales de
participación de los miembros tanto civiles como militares para la formulación
de propuestas en materia preventiva, proporcionando al personal la información necesaria,
así como la formación en materia de seguridad y salud en el trabajo, sin
descuidar la vigilancia de la salud en relación con los riesgos a los que pudiera
estar expuesto el personal, así como también planificar la prevención, buscando
un conjunto coherente que integre los métodos y organización del trabajo, los
medios tecnológicos y los factores ambientales, adoptando medidas que
antepongan la protección colectiva a la individual.
Al contar con este marco regulatorio
particularizado de lineamientos y directrices, que venga a apoyar al actual
sistema integrado de gestión de seguridad, salud y ambiente creado por el
Comando Conjunto, se podrá de manera más eficaz desarrollar la actividad
preventiva laboral, formando un verdadero sistema que funcione con todos sus
engranajes y aristas, en función de la protección de los trabajadores militares
en sus actividades cotidianas, y de esta manera el país cuente con unas Fuerzas
Armadas en condiciones de actuar en forma permanente cumpliendo sus misiones, y
reaccionar a las contingencias que se presenten, de acuerdo a lo establecido en
la Constitución y las leyes vigentes.
FRANZ GUZMAN G.
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